El universo no se toma francos ni vacaciones, trabaja a tiempo completo. Pero, sucede que suelen pasar muchos años (o muchas vidas) hasta que nos damos cuenta de que PODEMOS pedir lo que deseamos directamente y A CONCIENCIA. Por lo tanto, por cuestiones operativas, de eficacia y de tiempo… recibe constantemente los mensajes y solicitudes de nuestra mente subconsciente. Solo que hay un detalle importante: el subconsciente por lo general tiene el hábito de omisión de la palabra «NO».

       Por ejemplo, si en algún momento dijiste «-NO quiero escuchar más música de Queen», el motivo por el cual Freddy Mercury últimamente te está penetrando los oídos a través de cualquier radio con Bohemian Rapsody o reproduciendo Somebody to Love automáticamente en las sugerencias de YouTube, no significa que la divinidad te esté enviando el pedido contrario, sino que la mente subconsciente suprimió (por así decirlo) la palabra NO… y el mensaje de remito que recibió el universo es «-¡Quiero escuchar más música de Queen!-«.

     ¿Qué pasa cuando a un pretendiente le decís «-No me escribas más»? Probablemente tenés que silenciar las notificaciones de Whatsapp porque te sigue atormentando con emoticones. La orden que le queda grabada es «escribir más», la atención concentra en eso y *su* cerebro solo está obedeciendo las órdenes que captó en modo subconsciente. Por consecuencia, en vez de apartarlo de nuestra espléndida vida, terminamos manifestando más llamados, más mensajes y vemos a esa persona hasta en la sopa.

Es condición FUNDAMENTAL realizar el pedido con un ENUNCIADO POSITIVO, para llevar el enfoque a lo que SÍ QUERÉS. Y en tiempo presente.

       Ahora, podés aprovechar para hacer un repaso de tu deseo y redactarlo en positivo, y además, prestar atención a la forma general en la que estás hablando sobre otras cuestiones. ¿En qué te estás enfocando? ¿En lo que deseás? ¿O en lo contrario? Verificá por ejemplo con el dinero si tu discurso suena a «no quiero más deuda» o por contraparte a «deseo más riqueza y abundancia».

       Repasemos entonces la Fase I, incluyendo los demás componentes que te fui contando en los últimos posts sobre El Arte de Manifestar con ejemplos:

  1. El Empiezo: ¿Qué deseás?… abundancia, solvencia, riqueza.
  2. La Aclaración: ¿Qué caracterísiticas tiene?… Dinero en efectivo, cash, pesos.
  3. El Parámetro: ¿Qué cantidad o porcentaje?… mil, 5mil, 3 millones.
  4. El Tiempo: ¿Para cuándo?… ayer, en un mes, en 10 años.
  5. El Motivo: ¿Por qué y/o Para qué?… alejarse de la molestia de incrementar consumo en la tarjeta de crédito / acercarse al placer de comprar ropa nueva y zapatos.
  6. El Enunciado… en positivo:

OPCIÓN #1: «Para el xxx fecha *DESEO* $5.000 en efectivo para comprarme ropa nueva y zapatos.»

OPCIÓN #2: «Para la primer semana xxx fecha *RECIBO* $5.000 cash para comprarme ropa nueva y zapatos.»

OPCIÓN #3: *GRACIAS* por los $5.000 en efectivo que estoy recibiendo en xxx fecha para comprarme ropa nueva y zapatos.»

♥ ¿Notás la diferencia entre enfocarte en lo que SÏ querés?

♥ ¿Cuál vas a usar?

♥ ¿Qué otra forma se te ocurre?

Contagiame en los comentarios, ANOTALO EN TU LIBRETA MÁGICA, o si preferís escribirlo con fibrón negro como hizo mi hija en la pared, tenés permiso.

Cariños y mucho brillo estelar…

 Fabiana 🙂

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